Desenlacemos las manos, porque no vale pena cansarnos. Gocemos, o no gocemos, pasamos como el río. Más vale saber pasar silenciosamente y sin grandes desasosiegos. – Rozvažme ruce, protože nestojí za to se brát. Ať si užíváme nebo ne, plyneme jako řeka. Lepší je umět jít dál mlčenlivě a bez velkých neklidů.
Callando como mudo estuve, y de eso mismo el detenido dolor creció mas crudo, y en fuego convertido, desenlazó la lengua y el sentido. Y dije: Manifiesto el término de tanta desventura me muestra, Señor, presto – Mlčel jsem jako němý a právě z toho se zadržovaná bolest stala ještě krutější a proměněna v ohni mi rozpletla jazyk i cit. A pravil jsem: Zjevný konec takového neštěstí mě, Pane, činí odhodlaným.
Estábase alegrando del mal ajeno el pecho empedernido cuando, abajo mirando, el cuerpo muerto vido del miserable amante allí tendido, y al cuello el lazo atado con que desenlazó de la cadena el corazón cuitado, y con su breve pena compró la eterna punición ajena.
Es difícil imaginar cómo se desenlazaría el poema y qué pasaría con el peregrino, aunque el romance «Cuatro o seis desnudos hombros», que Jammes ha puesto en relación con el poema, podría dar una pauta.